por qué "la cación del lobo" es un torbellino de emociones.
Título: La canción del lobo. Autor: T.J. Klune. Año: 2019. Idioma: Español. Páginas: 765. Versión leída: Electrónico. Género: Romance; Fantasía. |
✧ ☁ ✧Advertencia: esta reseña contiene del 1% al 100%, un 30% de spoilers (detalles).
SÍNOPSIS DEL LIBRO.
Ox era un niño cuando su padre le enseñó que nunca sería nadie. Y lo creyó por mucho tiempo.
Sin embargo, cuando la muerte golpea a las puertas de Green Creek, Joe parte detrás de un monstruo, cegado por la furia y la venganza. Y Ox deberá demostrar su verdadero valor para proteger a quienes ama.
Hasta que se encontró a Joe al final de un camino. Un chico extraño y explosivo, dispuesto a brindarle todo: desde su amistad y su familia, hasta su mayor secreto: uno que teñirá la vida de Ox de Alfas, Betas y Omegas.
Cuando vuelvan a encontrarse, ¿serán capaces de resistir a la canción que aúlla con fuerza entre los dos?
RESEÑA.
Wolfsong o "La canción del lobo" escrito por el estadounidense Travis John Klune es el primer libro que forma parte de una saga denominada “Green Creek” y que abarca el género de ficción. En esta novela, encontramos a dos protagonistas que crecen progresivamente junto a la historia: Oxnard y Joseph. Mejor dicho, Ox y Joe. A este respecto, se desarrollan temáticas como el romance junto a personajes LGBTQ. Además, la fantasía al incluir la magia y seres sobrenaturales, como lobos y brujos —algo adelanta el título—.
La historia da inicio situando a quien lee en
Green Creek, un pueblo del que todos quieren escapar por algún motivo, puesto
que nadie permanece allí por tanto tiempo. No obstante, Oxnard siempre vivió allí
junto a su padre y madre, hasta que el primero abandona el nicho a sus 12 años.
Curtis era el nombre de su padre, un alcohólico y, en consecuencia, colérico que
trabajaba en un taller mecánico. Este provoca heridas en Ox, huellas de
infancia con la que cargaría toda su vida: “la gente hará que tu vida sea una
mierda”. Bajo esta creencia inculcada, Oxnard vive. Vive de un modo tranquilo,
pero siempre herido e incompleto. Le impide situarse en el mundo y crecer en
todo ámbito, desde lo emocional hasta lo social. Para él lo que
decía su padre, era la definición de amor verdadero (aunque no estuviera de
acuerdo). Porque cuando él era pequeño amaba a su padre y no podía ser malo. No
del todo. Incluso cuando se fue dejándolos solos a él y a su madre.
“Fui tonto y un estúpido porque creí
que regresaría, que un día vendría oliendo a lo de siempre: aceite de motor, cerveza
y sudor, porque ese era el olor de mi padre”.
Tiempo después y de noticias que transforman la
trama, aparece Joe como un torbellino frente a Ox.
“—(…)
Estaba como rawr y grr pero entonces olfatée y era él y todo fue ¡kaboom! ¡Aún
no lo sé! ¡Aún no lo sé! Tienes que olfatearlo y luego decirme por qué es todo
bastones de caramelo y piña, y épico y asombroso”.
Desde este punto, la historia cobra un sentido inexplicable. Al parecer, Joe
vivía en la casa al final del camino, que para Ox siempre pareció vacía desde
la suya, hasta que una persona venía a por ella de cuanto en cuanto. Sin embargo,
la llegada de este pequeño trajo consigo a su familia conocida como Los Bennet,
compuesta por seis integrantes: un tío, dos padres y tres hermanos. Al
conocerse todos, una conexión se crea entre estos personajes, que es muy fuerte,
puesto que Oxnard presiente que finalmente en su vida estaban encajando las
piezas. Porque él nunca se sintió partícipe de nada... “la gente hará que tu vida
sea una mierda”.
Ox tenía 11 años cuando Joe con 9 llega a su vida
y se van conociendo, entre ellos y entre las familias de cada uno. De esta
forma se descubre que, sin importar que Joe sea un niño, ya haya experimentado
hechos traumáticos como lo es el secuestro y todas las consecuencias que
provienen de ello, como el daño psicológico y físico. Tras esto, desencadenan
en él traumas que son incurables. Pero, no es hasta la aparición de Ox que este
habló, su voz silenciada estuvo por mucho tiempo desde su rescate, por lo menos
hasta que su nariz alcanzó el aroma de bastones de caramelo y piña, y épico y asombroso. Así, ese sentido inexplicable que sustenta este
primer libro, sigue sin tener palabras de explicación.
En un intento por descubrir y desenredar todo lo
que sucede en “La canción del lobo”, puesto que sucede mucho aquí, una aproximación
es que se trata de una novela romántica. Pero, no del todo. La obra persigue a
estos dos protagonistas y para el lector se ponen sobre la mesa temáticas de
las que se pueden extraer reflexiones profundas a pesar de ser mera ficción. Un
ejemplo es el descubrimiento por la orientación sexual y la importancia de la
confianza que depositas en el círculo que consideras cercano, como las
amistades e incluso, tus propios padres. En este libro, quien lee es testigo del descubrimiento que va haciendo Ox de sí mismo y cómo enfrenta todas las
incertidumbres que pueda tener de él mismo y a la par, de la gente que le rodea. El
autor supo cómo llevar a cabo este tema tan controversial y lo agradezco como
lectora. No se vuelve un asunto oscurso, más bien se trata con simpleza y mucha emoción, además de tintes reales.
Desde otra perspectiva, el nivel de psicología
que aborda. Toda la narración está llena de emociones, pensamientos y
sentimientos. Es un libro que, sin duda, te hace sentir. Sentir demasiado. Conectas
con los personajes de un modo significativo, por sus vivencias, por sus heridas
e historias detrás de cada una. En el lado humano, llegas a comprender la
importancia que tiene la validación parental desde temprana edad y en caso de
no tenerla, como ocurre con Oxnard aquí, ser consciente de los daños que
acarrea.
Por el contrario, se es testigo también del proceso duro
de superación. De la importancia de la unión con las personas que son parte de
ti para ir, poco a poco, sanando y compartiendo tus cargas. Que, a pesar de
pensar que siempre tu vida será una mierda y estarás solo, la verdad es que no
tiene que ser así.
“Lo abarcas todo, empequeñeces todo
lo demás y cuando te veo, Ox, eres todo lo que puedo ver”.
Si bien esta obra se relaciona estrechamente con
el romance, no se trata de una historia del primer amor verdadero. Joe y Ox no
se entregan a la vista, se entregan en alma: allí está lo más profundo del ser.
Por el contario, comienzan siendo amigos, a pesar de que el primero tuvo las
cosas claras desde un inicio y siendo tan joven. Ambos van madurando,
experimentando cada uno por su lado, conociéndose y desconociéndose.
Hasta este punto, ¿en qué momento se descubre el
secreto de la familia Bennet? Las luces están dadas desde la portada y en cada
acción que ejercen. Dios, son muy obvios.
Por otra parte, como creadora de esta reseña, he tratado de ser lo más imparcial posible y revelo lo que serían detalles fundamentales para hacer una recomendación de calidad sobre este libro y así advertir a la comunidad sobre la grandeza que carga. No obstante, no logro esconder cuánto me ha encantado, tanto así que he terminado esta novela antes de desearlo y el vacío que me dejó me ha llevado a comenzar un libro muy diferente y hasta con trama existencialista del año 1948 (perdón a mí misma).
Sigamos.
Respecto a la prosa de Klune, es indudable que es
exquisita. Es tan sencilla y compleja a la vez que sumerge al lector en un
mundo repleto de descripciones, acompañado de emociones y momentos de catarsis.
Además, toques de acción que le da un giro de 180° a todo lo que sucede
allí y provoca irrevocablemente que, quienes estamos leyendo, SOLO SUFRAMOS.
De esta forma, todo ocurre como una panorámica y resulta complejo no hacerse
parte de la historia y acompañar. Sobre todo, la indudable conexión-desconexión-conexión
que experimentan los protagonistas. Sin olvidar mencionar la importancia del título
La canción del lobo y el cómo se
aborda, el cómo termina definiendo una obra llena de amor, de sufrimientos y
mucha magia por medio de los sonidos. De aquí la importancia del aullido de los
lobos y la conexión que se debe mantener entre los miembros de
una manada, es intenso, puesto que para los personajes se convierte en su única
vía de encuentro o escape. Todo ocurre por los canales del sonido, así esta novela pasa de la escritura a lo auditivo en pocos segundos si imaginas, si te vinculas también.
Pensé que esta obra tendría como objetivo un público juvenil. No obstante, también dentro de la narrativa de este autor encontramos escenas sexuales que son muy explícitas y, por lo mismo, está ideal para lectores adultos. Aclaro también que este tipo de representaciones no son frecuentes en el libro y no lo definen, pero cuando ocurren son muy acentuadas.
En último lugar, Oxnard es mi personaje favorito aquí (por si no lo descubrían aún). La evolución que tiene como protagonista lo hace ganador de todas mis lágrimas. Comienza como un chico débil, inseguro de sí mismo y poco a poco, se convierte en lo que jamás había pensado: en un BOSS verdadero.
Esta novela es un torbellino de emociones que cada lector/a debe ser capaz de definir por sí mismo/a.
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